Partido celebrado en su primera mitad en el pabellón Castelao ya que el CB era local, y que hubo que cambiar a Fontecarmoa por la humedad. La pista se puso peligrosa para hacer baloncesto, lamentando la torcedura de una niña del CB. en la primera parte que no pudo seguir jugando.
El choque comenzó con los habituales nervios de dos grupos de niñas que se conocen desde hace años y compiten entre sí, esta temporada por suerte, al máximo nivel del baloncesto autonómico. El inicio de las nuestras estuvo marcado por la intensidad defensiva que intentamos imponer al juego, por el dominio del rebote y por el desacierto. Jugamos ordenadas, bien dispuestas espacialmente, correctas en las ayudas ofensivas y juego sin balón y los 1×1 en los que se fundamenta nuestra ofensiva pero, ya sea porque la pista no lo permitía o por falta de fortuna, no lográbamos generar ventajas claras. Nos permitió anotar alguna jugada táctica concreta que usamos para estas ocasiones en las que el juego libre no marcha y que el equipo supo ejecutar. Hubo mucha dificultad en defensa al enfrentarnos a un estilo de basket distinto, pues el sentido del juego en ataque es exactamente contrario al que nuestro cadete propone. Nuestra ofensiva se basa en separarse del balón y jugar sin él respetando el 1×1, y al no hacer bloqueos directos nos resultó complicado defenderlos. El CB. conseguía liberar tiros gracias a ellos y lanzaba de lejos con desparpajo y acierto, yéndose en el marcador anotando varios triples.
El cambio de cancha a una más grande y en mejor estado nos permitió defender con más intensidad y correr. También estuvimos muy bien pasando el balón cerca del aro a nuestras jugadoras más altas que lograban anotar y el equipo conseguía equilibrio entre el juego interior y exterior. El CB se marchó de diez puntos pero nuestro cadete tuvo coraje para remontar y jugó con criterio y corazón hasta ponerse delante. El partido fue muy igualado y las interrupciones nos beneficiaban haciendo tanto en defensa como en la ofensiva jugadas tácticas que, gracias a la concentración que las nuestras ponían, se sucedían con éxito. En una salida de cuarto anotábamos una bandeja en varios segundos, en un fondo metíamos una canasta bajo el aro, e incluso defendimos una posesión de 17 segundos en zona, logrando recuperar el balón. El final del partido sonreía al CLB que se iba en el marcador, sin embargo al contrario de lo que parece normal, cuando mejor lo teníamos, el equipo se puso nervioso atacando con precipitación y perdiendo balones innecesariamente. Tras un tiempo muerto para calmarnos y entender la situación del partido, nuestro Montajes Eléctricos Miro afrontó el final con orden, haciendo llegar la pelota a la ventaja y a la jugadora desmarcada para acabar venciendo.
Felicitar a ambas escuadras por el encuentro, a las niñas por el esfuerzo y la ilusión, el buen ambiente deportivo, la educación y el respeto mostrado por familias y entrenadores que siguen marcando el camino a nuestros hijos en sus desarrollos personales de la mano de este maravilloso vehículo que es el baloncesto.