Restaban dos partidos a jugar en días consecutivos (viernes y sábado) para finalizar el período de competiciones en la temporada 13-14. El viernes en horario inusual (18.00h) por la Final Four de Milán. Así comenzaba la expedición carrilexa camino de A Coruña, sin apenas tiempo de comer tras salir de clase, con mucho calor y con la ausencia de Raquel por una inesperada indisposición.
El partido se desarrolló sin incidencias, con un Portomar que intentaba imponer su juego de ritmo alto y posesiones cortas. Maristas conocía su cancha que resbalaba bastante, y ante la agresividad visitante se fue cerrando para evitar las penetraciones y las ventajas en los cortes que Portomar generaba. Esto provocó que los guarismos fuesen bajos y cada canasta costaba mucho, obligando a lanzar desde lejos. Nuestro equipo sufrió y ante la falta de acierto y un bajón físico, hizo que Maristas se pusiese por delante. Como acostumbra nuestro equipo, las segundas partes nos sonríen por la forma de juego colectiva que mantiene una estabilidad e intensidad altos, cuando los rivales bajan su rendimiento. Tras una llamada de atención general para poner un poco más de esfuerzo común y fijar la atención en dos conceptos del juego, Portomar se fue en el marcador y logró una victoria trabajada. Felicitar al Maristas que jugó a gran nivel y fue a por el
partido constantemente.