El Portomar Cortegada cedió ante la superioridad física del líder Ensino Lugo ayer en Fontecarmos (64-74). El equipo vilagarciano vendió muy cara la derrota en un partido polémico que acabó con el técnico local Rubén Domínguez expulsado, desesperado con el criterio arbitral a la hora de castigar los contactos. El Cortegada, con menos kilos y centímetros, trató de emplearse al máximo para frenar a las visitantes cerca del aro. Pero era muy castigado cada vez que utilizaba las manos para ser agresivo, mientras en el otro lado de la pista la permisividad fue otra, sobre todo en el arranque del último cuarto, cuando las locales estaban en plena remontada.
El primer cuarto estuvo marcado por la actividad de la alero visitante Mireia Navarrete, que daba una renta de 8 puntos al líder. El Cortegada pasó por sus peores momentos en el segundo parcial, en el que llegó a estar 15 abajo. Pero no bajó los brazos pese a su juego irregular. Recondujo la situación con voluntad defensiva encontrando buenos momentos en contraataque. Se fue 10 abajo al descanso (28-38).
En el tercer cuarto volvió a plantar cara a un Ensino que sacaba sus ventajas a partir de meter balones en la pintura. Aunque la diferencia seguía por encima de la decena, el Cortegada estaba en el partido, cada vez con mejores sensaciones. Algo que quedó reflejado en el inicio del último cuarto. Las locales se pusieron a 6 (51-57). Pero para entonces ya habían entrado en bonus mientras al Ensino no le habían señalado ninguna falta. Una acción clara de 2+1 de Andrea Ríos que pasaron por alto los colegiados acabó con la paciencia del técnico local. El Ensino volvió a abrir la brecha hasta los 10 puntos, restaban 6 minutos. Las locales no desfallecieron, muy animadas por un público que despertó por entonces. Volvieron a ponerse a 6, pero el líder tuvo tranquilidad para volver a encontrar la ventaja de Navarrete debajo de canasta y asegurase el triunfo.
Andrea Ríos acabó con 32 de valoración (22 puntos y 12 rebotes).
Fuente: Diario de Arousa
Foto: G.Salgado