Diarrá se impuso bajo tableros y neutralizó la anotación exterior de Aliaga. Las locales desperdician 10 puntos de ventaja
El poder intimidatorio de Maimouna Diarrá resultó determinante en el derbi que ayer midió a Cortegada y Arxil en el pabellón de Fontecarmoa. La pívot senegalesa, escoltada por Román y María Lago, fue una pesadilla para las interiores locales, que acabaron excluidas y neutralizó el acierto exterior que había demostrado el Cortegada, especialmente de la mano de Laura Aliaga, que anotó cinco triples, la mitad de los de su equipo. Las vilagarcianas tampoco supieron gestionar los últimos instantes en el que perdieron un balón crucial a falta de 26 segundos cuando gozaban de la oportunidad de, cuanto menos, igualar el encuentro.
Vilagarcianas y pontevedresas disputaron un derbi intenso, de poder a poder y con constantes alternativas en el electrónico. Un ejemplo de ello fue el primer cuarto, en el que ambos equipos mostraron un juego alegre en el aspecto ofensivo que les llevó más allá de la barrera de los 20 puntos.
En el segundo, con Tabara Samba en el banquillo por tres faltas personales, el Cortegada tiró de juego exterior, y ahí apareció Laura Aliaga, que con dos triples consecutivos permitía al Cortegada despegarse en el marcador, alcanzando una distancia de diez puntos (44-34) que se antojaba complicado de reducir, sobre todo por las ayudas defensivas para parar el acierto anotador de Diarrá.
Pero la pívot senegalesa, que anotó nueve puntos en la primera mitad, destapó toda su calidad en la segunda mitad, muy bien acompañada de Román. Un parcial de 1-10 volvía a poner por delante a las visitantes (47-48), finalizando el cuarto con dos triples de Aliaga y Carregal que dejaban el partido en un igualado 55-55.
Con 60-60 en el marcador, el Cortegada se quedó sin las dos jugadoras interiores, Tabara Samba y Sy en menos de un minuto. Pese a la falta de centímetros, el equipo abrió el campo y se puso por delante (64-63), e incluso estuvo muy cerca de anotar un triple Carregal. El balón no entró, pero sí una canasta de Lewis que ponía el marcador en 65-67 a falta de 26 segundos. Sara Gómez tomó la decisión equivocada y la falta intencionada de Aliaga acabó matando el partido.
Faro de Vigo