El Feel Cortegada tiene motivos más que fundados para la alegría. Y no nos referimos a su condición de líder, ni siquiera a su heroica victoria en Lugo o a su reencuentro con su afición. La vuelta de Amy Syll al equipo eclipsa todo lo anterior. Después de más de dos meses sin poder disputar un encuentro oficial, la pívot africana volverá a sentirse jugadora en el duelo ante el ADBA Avilés con Fontecarmoa (19.30 horas) como escenario. Un auténtico consuelo para la joven jugadora que estaba viviendo toda una pesadilla con su situación.
El desbloqueo de la licencia de la senegalesa ha supuesto un oasis de sosiego dentro de una temporada convulsa en lo extradeportivo. Ello se ha notado en el moderado optimismo con el que el equipo encara el duelo ante el ADBA, un rival del que Pepe Vázquez tiene muy claro que no va a conceder ninguna facilidad. Incluso el técnico local tiene muy claro que el penúltimo puesto que ocupan las avilesinas no refleja fehacientemente su espíritu competitivo. La consideración de Vázquez sobre el carácter de su rival se confirma en que solo han perdido por más de 15 puntos en tres de las diez derrotas que han padecido hasta la fecha.
Será el decimoquinto partido de los veinte que tendrán que disputar las vilagarcianas. El objetivo será la decimotercera victoria y, en caso de lograrla, la clasificación para la fase de ascenso se quedaría a solo dos triunfos de conseguirla de manera matemática. Para ello, el Feel Cortegada apela al esfuerzo defensivo habitual. Vázquez tiene muy claro que habrá que domar a un rival que no da un balón por perdido yendo siempre al límite en cada acción.
Ese batallador espíritu del ADBA no está exento de calidad en algunas de sus posiciones. El mayor exponente de ello es la presencia de Anna Boleda en el perímetro. Se trata de la máxima anotadora de la categoría con una media de 20,43 puntos, dato que descubre su categoría. Además, el conjunto avilesino puede presumir de contar con otras dos jugadoras más entre las diez máximas anotadoras de la competición. Se trata de la pívot Amina Njonkou, con un promedio de 16 puntos, y de Pamela Moral que aporta 14,79 puntos por encuentro. Son las tres claras referencias ofensivas como demuestra que sumen más de 50 de los 59 puntos que anota regularmente su equipo, lo que también descubre su escasa rotación.
Fuente: Faro de Vigo