Cuarto partido de liga contra el Celta de Vigo que nos derrotó en la final de Copa de Galicia en Lugo, hacía un mes y medio.
El encuentro empezó con un ritmo alto que en ningún momento el CLB quiso perder y en el que se siente cómodo. El Celta era consciente de su superioridad cerca del aro y explotaba sus ventajas, sin embargo se encontró con Ales, Alba, Anabel y Laura muy activas para defender estas situaciones y aunque nos costaron faltas, el equipo se mostraba muy serio y concentrado. El equipo vigués se cerraba mucho al verse superado en los 1×1 y la jugadora más grande apenas se alejaba del aro llegando a todas las ayudas y cambiando nuestros tiros. Alba la pudo castigar con sus lanzamientos lejanos bien escogidos pero no acertó, aunque Claudia, Sara, Nuria y Eva lanzaron con acierto, así como Lorena y Raquel martilleaban con sus penetraciones. Como sucede tantas veces, en los segundos y últimos cuartos los rivales tienden a bajar físicamente y conseguimos rentas a favor gracias a nuestra rotación, intensidad y que todas las jugadoras participan del juego en ambos lados de la cancha. La primera mitad fue por nuestra parte de gran nivel defensivo y trajo consigo un vendaval de juego de ataque con acierto en el tiro. Al descanso 46-34, tras un segundo cuarto en el que anotamos 28 puntos. El Celta es el campeón de Copa y no regala nada, apretó mucho tras el descanso y remontó gracias sobre todo al poderío de su pívot cerca del aro hasta llegar a ponerse a 2 puntos, pero se encontró a un CLB que en ningún momento se vino abajo, mantuvo el pulso firme y siguió explotando sus virtudes confiado en las posibilidades y manteniendo la calma y el buen juego. Otro arreón en el marcador por nuestra parte con Sara, Nuria, Lorena, Raquel y Claudia desatadas, defendiendo, corriendo y tomando decisiones acertadas, amén de la brega en el rebote y la agresividad de Laura que sucedió a Ales en esta responsabilidad, nos dieron un margen que ya no dio opciones al visitante. Destacar el buen juego de todas, incluyendo a las que estuvieron menos tiempo, la concentración general en lo que se preparó, y la ya habitual puntería desde el tiro libre.
El basket como toda actividad humana necesita de verificación empírica, la corrección lógica, el ejercicio racional de la argumentación. Pero necesita ser alimentada de sensibilidad e imaginario. Ayer, tanto la parte de la razón y la lógica del juego, como la pasión y el corazón, caminaron de la mano. Entender lo que sucede, centrarse en la tarea y dominar las emociones, confiando en el trabajo realizado y en las posibilidades propias, sigue siendo nuestro objetivo.
Enhorabuena por el partido y aunque ya citamos esto hace tiempo y en otras circunstancias, vale la pena recordarlo: “Hay una cosa en la que son iguales las victorias y las derrotas, y es que ni unas ni otras son definitivas. Mucho cuidado en quedarse cantando victoria, victoria y dormirse en lo laureles, porque no es definitiva. Debemos alegrarnos por el triunfo y analizar cuales son sus causas, para perseverar en el trabajo de cada día. Asimismo, tampoco lo es la derrota. Uno se siente acabado, terminado, roto, pero algún día se levantará.
“Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otro que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles.” Bertolt Brecht