Último partido de la temporada en Fontecarmoa el sábado tarde, 30 de abril, que nos enfrentó a nuestro vecino local. Nuestro equipo venía de dos semanas irregulares de entrenamiento con bajas y enfermas que se olvidaron gracias a las ganas de jugar y ante el buen ambiente entre las niñas de las dos escuadras.
El CB. salió mejor que nosotras, con mayor intensidad y predisposición defensiva y reboteadora. Nuestro equipo se rehizo en los cambios en los primeros minutos de algunas jugadoras que probaron para ver si podían participar en el encuentro. El juego se equilibró y la igualdad se mantuvo hasta el final. Por nuestra parte intentamos ir al aro en bote o con pases en nuestro juego libre y llevarle el balón a las más altas donde aparecían ventajas. Nuestro nivel defensivo y reboteador a aumentado exponencialmente a lo largo del año, cuando estuvimos “enchufadas” tuvimos momentos brillantes de esfuerzo recompensado con recuperaciones, contraataques y más posesiones. El sábado tarde fue un día de calor y las previas fueron más parecidas a un partido de pretemporada que a uno liguero. Se notó este ambiente ya que las niñas se sofocaban e íbamos cambiando para que disfrutasen del partido. Los últimos minutos del final decantaron la diferencia en el marcador.
Varias pérdidas por nuestra parte tras jugarse bien, llegando a la ventaja que no logramos definir y varios tiros libres errados significaron la derrota. Por primera vez, pues algunas terminan su etapa cadete, intentamos arañar algún punto parando el juego con faltas tácticas al final pero no lo logramos.
Destacar el buen ambiente general y el respeto mostrado por ambas escuadras que se fotografiaron en el descanso y el gusto de ver niñas de la misma generación enfrentándose con nobleza en la cancha. Como siempre en el CLB mantenemos como objetivo prioritario la educación general y deportiva, el disfrute de la competición evitando agonismos que generen estrés y la naturalidad en el trato entre compañeras y adversarias que tienen la gran suerte de hacer baloncesto como medio para que sigan desarrollándose en ese fin último de lograr que nuestros infantes sean buenas personas.
Felicidades al grupo por estos ocho meses de progresos y amor por el basket.