Un año más, la expedición en categoría cadete del AD Cortegada con 25 jugadoras y 4 entrenadores, Nacho, Montse, Araceli y Mar, partía el fin de semana hacia Guifoes (Portugal).
Objetivo: vivir la experiencia de jugar un torneo internacional que demuestra año a año el mimo que las personas de ese club derrochan y el elevado nivel baloncestístico que ofrece.
La excursión deportiva ADC, comenzaba con una lamentada ausencia, que por precaución debido a una torcedura, prefirió quedarse reposando en Vilagarcía. La jugadora de la sonrisa y cabello encendido, Mariña. A la vez, aprovechamos desde aquí para felicitar a Camila y Nuria que vuelven a llenar de orgullo a todos y al espíritu Cortegada, por ser nuestras representantes en la convocatoria de la Selección Gallega que se celebraba en Tui, por primera ocasión esta temporada el propio domingo del torneo día 15.
Un autobús compuesto por 30 personas rebosantes de ilusión, con ganas de conocer el baloncesto de nuestros hermanos de Portugal más allá de las fronteras.
El equipo de Soleira recién comienza la pretemporada y afrontaba sus primeros partidos oficiales, mientras que el Portomar venía de entrenar todo Agosto y ya había jugado 3 encuentros anteriormente. Los partidos se desarrollaron en dos pabellones distintos en Guifoes, que se volcó durante el fin de semana con el baloncesto. Tanto la organización como el resto de equipos mostraron una educación y una hospitalidad difícil de igualar para con toda la expedición del Cortegada.
En cuanto a la competición, los dos equipos estuvieron en cuadros diferentes, ambos de gran nivel, sobre todo físico. El tipo de baloncesto que se desarrolla en el país vecino es muy distinto al nuestro, ya que los contactos son permitidos mucho más y no se pitan apenas infracciones de pasos de salida, tipo americano, ni zonas. Si tenemos en cuenta este gran cambio de interpretación del juego, que prácticamente ambos equipos están conformados por jugadoras de primer año, y además añadimos que hubo dos días de mucho calor, se puede concluir que ambos equipos tuvieron que adaptarse a una forma de juego mucho más intensa e incluso dura, y la “forma física” cobró un valor añadido, es decir, “se sudó la gota gorda”.
Los dos partidos de la jornada del sábado pesaron más a las jugadoras del Soleira, a quienes les costó jugar con este nivel de contactos y contra jugadoras un año mayores, que al Portomar. Hay que recordar que las segundas acumulan más entrenos de pretemporada. Soleira mejoró su juego a medida que corría el torneo y los partidos, y fueron soltándose los nervios y adaptándose a la sorpresa ante la propuesta baloncestística portuguesa. El Portomar salió con un nivel alto de intensidad defensiva y ordenado ofensivamente buscando combinaciones entre todas. La suerte sonrió al Portomar que logró vencer a Guifoes, conjunto local, y al Algés para así llegar a la semifinal del torneo. Nuestras seleccionadas compitieron en los partidos del sábado y apenadas, pero a la vez ilusionadas, abandonaron el torneo no pudiendo disfrutar de las finales del domingo. Pero la unión hace la fuerza, y el conjunto unido se sobrepone a cualquier obstáculo, así que Antía, Lía y Nuria del Soleira, decidieron competir con el Portomar y ayudaron con su buen juego en las semifinales ante un conjunto aguerrido. Esta victoria hizo que llegasen a la final contra el “ogro” del otro grupo, un equipo de Ermesinde llamado CPN, finalista nacional. Este equipo había cogido por sorpresa a nuestro Soleira venciéndole con claridad y Portomar quería ese enfrentamiento para hacerle pagar esa derrota. En esta ocasión fue Carlota Carregal la que completó y ofreció su mejor juego ante las dos ausencias. La final CPN vs Portomar fue un encuentro muy duro, con constantes contactos y choques con el cuerpo por ambos lados, que provocó unos guarismos reducidos y convirtió la final en un duelo eminentemente defensivo y de fortaleza mental. La balanza se desequilibró a favor de nuestro equipo que se escapó en el marcador de 10 puntos en la primera parte, pero el CPN, con su presión y salida al contraataque lograron igualar el tanteo. Portomar no se vino abajo, aumentó la intensidad adaptándose al nivel físico propuesto por el rival. Demostró concentración y madurez con el marcador en empate durante el último cuarto jugando muy bien defensivamente aunque impreciso en el ataque. Con el marcador en tablas 24-24 en el último minuto, y todo el equipo entregado en defensa, un rebote ofensivo y canasta providencial de Laura a 10 segundos del final, firmó la victoria y la consecución de campeonas del torneio internacional de Guifoes por tercer año consecutivo.
Tras los paseillos que brindaron un equipo a otro, entusiasma ver como la celebración de la victoria del Portomar, con invasión a la pista incluida del Soleira, fue de todas las ADC’s allí presentes y las 3 ausentes también presentes.
Enriquecedora experiencia, excelente banco de pruebas para afrontar la temporada 2013/14 y conclusión maravillosa para 25 niñas que han vivido un fin de semana inolvidable.