Partido correspondiente a la quinta jornada de la Copa de Galicia.
El Portomar Cortegada jugaba en Carril contra nuestro vecino capitalino. El partido se desarrolló como era esperado: sin espacios para jugar, trabado, y desfavoreciendo el 1×1 que es la esencia del baloncesto. Estos obstáculos sólo son superados si el equipo muestra control de su emoción ante la dificultad táctica de hacer buen basket, y capacidad de entender donde están las ventajas. Es decir, madurez y capacidad de adaptación ante un adversario, en las antípodas de nuestra filosofía deportiva, que entró y salió de Carril defendiendo en zona. Esto hizo que el juego fuese espeso, con muchas imprecisiones y pérdidas de balón. Nuestro equipo se adaptó a la propuesta y poco a poco fue encontrando con bastante dificultad la manera de atacarla. Es difícil enfrentarse a rivales que hagan 40 minutos zona incluso en senior, así que en formación se hace todavía más complicado jugarla. Sin embargo nuestro equipo, consciente de la dificultad, logró superarse y encontrar el camino a la canasta, además de esforzarse en nuestra defensa individual, que debe ser más comunicativa, pero a la que hay que rendirse ante su voluntad. Sólo un exceso de faltas por nuestra parte y su acierto en el tiro lejano, permitieron que el Arxil estuviese en el tiro libre constantemente, e hizo que los guarismos del marcador se mantuvieran en igualdad. Nuestros respetos hacia las jugadoras rivales que son un grupo de niñas estupendas, juegan bien y que todavía mantienen sus ganas de jugar al baloncesto.
Como es costumbre, la rotación permanente del Portomar hace que las once jugadoras sean partícipes del juego y aparezcan oportunidades, tanto en defensa como en ataque, para cada una. El resultado fue oscilando en ventajas pequeñas para el Portomar, llegando a estar abajo en el marcador en el último cuarto, para agarrarse al partido y orientarlo hacia la victoria final 49-43.
Nuestras niñas mejoran y está madurando cada miembro individual y por extensión el “GRUPO”.
Enorgullece a un técnico y formador, ver que ante el éxito y el fracaso de una acción, la jugadora analiza acierto y error desde la razón lógica, apareciendo el espíritu personal y el reconocimiento crítico y tolerante para sí misma y para la compañera, en vez de la disculpa fácil volcando la culpa en el otro.
“Pasionales, racionales, responsables, tolerantes y solidarias”.
Los tres últimos partidos han sido fieles a lo que es el basket: diversidad y adaptación. Esta diferencia entre los partidos ante Carmeltas, Pío XII y Arxil, son lo que dan riqueza al juego y nos ofrecen la suerte de seguir en nuestro proceso personal y grupal de formación. Partidos y baloncesto distintos. Ante los obstáculos, con mayor o menor brillantez, han demostrado capacidad de superación y de sobreponerse ante la dificultad.
Como anécdota, pues no es nuestro objetivo, Portomar sigue invicto este año.
Tenemos que relajarnos manteniendo la disciplina y autoexigencia, y disfrutar del baloncesto sonriendo, para seguir evolucionando a lo mejor que cada una pueda ser, sintiéndose satisfechas por el esfuerzo físico y mental puesto en juego, sea en la victoria o en la derrota.
Este “EQUIPO” crece cada día porque ya sabéis que el éxito para una Flaca es haberse esforzado al máximo.
Venga ADC!!!