No hay manera. Primero fueron las vacaciones navideñas, luego la falta de comunicación con la Federación de Senegal y ahora ya no se sabe el qué, pero lo cierto es que ayer tampoco llegó la respuesta oficial de la FIBA y por ahora Amy Syll sigue sin poder jugar con el Feel Cortegada. En el club confían que hoy se pueda solucionar este asunto que tanto está molestando e indignando, y más después de que desde la propia federación internacional hayan dicho que tampoco hay problema. Pero el caso es que la respuesta no llega y Amy sigue sin poder jugar.
La desesperación crece con el paso de los días. La plantilla está bajo mínimos y todas hacen mucha falta, pero incluso más allá de la influencia negativa que este asunto tiene en el nivel del equipo, lo que más les duele a todos es la injusticia que se está cometiendo con Amy, una joven jugadora que apostó fuerte cuando se vino de Senegal y que ahora no entiende –ni ella ni nadie en el club– lo que está sucediendo. Está recibiendo el apoyo de todas sus compañeras en cada entrenamiento y desde el primero al último esperan que hoy llegue esa ansiada respuesta de la FIBA para que la pívot del Cortegada pueda poner fin a este calvario y pueda jugar mañana en Fontecarmoa ante el Arxil.
Fuente: Diario de Arousa