El Portomar Cortegada llegó a dominar de 11 puntos y dominaba de 5 a falta de tres minutos
Celta Selmark 54
Rodríguez (3), Herbello (8), Pallardó (6), Canella (4) Araujo (21) -cinco inicial- Loureiro (6), Alonso (0), Novoa (0) y Coello (4).
Portomar Cortegada 51
Rios (11), Gilabert (8), Aliaga (8), García (4), Mame (11) -cinco inicial- Pazos (6), Carregal (0), Carballa (0), García (0) y Nogueira (3).
Parciales: 7-16, 15-12, 16-8 y 16-15. Árbitros: José Antonio Godoy y Cristina García. Le señalaron 24 faltas al Celta Selmark y 16 al Portomar Cortegada. Sin eliminadas. Incidencias: Navia.
Celta Selmark y Portomar Cortegada disputaron ayer un encuentro que, si bien no fue bueno técnicamente, emocionalmente cumplió con todo lo que se puede esperar de un derbi. Además, el pabellón de Navia fue una fiesta al responder los abonados del Celta con su presencia empujando al equipo vigués en los momentos decisivos.
Al Celta Selmark le costó entrar en el encuentro. Carlos Colinas no tardó demasiado tiempo en cambiar todo el quinteto inicial. El equipo vigués tenía muchos problemas en defensa, hándicap muy importante. El Portomar aprovechó su superioridad bajo los tableros para disponer de segundas opciones de tiro que, por su altura, siempre aprovechaban.
El conjunto vigués sólo anotaba si conseguía salir con rapidez en ataque. En estático el balón acababa en manos de las arousanas. Las celestes no fueron capaces de anotar en los últimos cinco minutos del primer cuarto. El Portomar se fue de nueve.
Colinas aprovechó el tiempo entre cuartos para ponerle las pilas a sus jugadoras. Empezaron a defender al límite para incomodar a las arousanas y salieron al contragolpe, lo que les proporcionó un parcial de 9-0.
Un tiempo muerto de Rubén Domínguez, entrenador del Portomar, le permitió cortar la racha de las viguesas y ampliar de nuevo la ventaja en el marcador. Fue Colinas el que en el último minuto del cuarto solicitó sus dos tiempos muertos para volver a recortar las diferencias.
Tras el descanso, el Portomar siguió dominando en la zona, esta vez con Mame, que se hizo dueña del rebote ofensivo. Las segundas opciones dispararon la ventaja visitante hasta el 22-33.
Esta circunstancia obligó a Carlos Colinas a solicitar muy pronto su primer tiempo muerto. La apuesta le salió redonda, pues en la siguiente jugada Herbello anotó un triple que volvió a dejar a las viguesas a ocho puntos.
La vuelta a la defensa en zona del Celta Selmark frenó el juego ofensivo del Portomar. Las dinámicas cambiaron. La afición lanzó al conjunto vigués, que hizo un parcial de 16-3 para voltear el marcador (38-36). La defensa zonal dio con la clave para la remontada, con ayudas en la defensa a Mame y presión sobre Gilabert y Aliaga, que no fueron capaces de liderar a su equipo.
Pero el Portomar no estaba muerto. Dos triples de Pazos y Gilabert daban otro bandazo al electrónico (40-42). El encuentro entró en una dinámica en donde los fallos en ataque eran constantes por ambas partes. La tensión se reflejaba hasta en los tiros libres.
El partido parecía encarrilado para Portomar cuando a tres minutos para el final ampliaba la ventaja a cinco puntos, pero un triple de Herbello y un dos más uno de Débora volvieron a poner al Celta Selmark por delante a 1:40 para el final (48-47).
La locura se apoderó del final del partido, cuando un triple de Pallardó ponía el marcador en 51-49 a 55 segundos para el final. Las gradas presionaron al Portomar, que falló dos ataques consecutivos pero anotó el tercero. Quedaba tiempo para que María Araujo anotara un dos más uno a nueve segundos para el final. Las arousanas fallaron el último ataque y la victoria se quedó en casa ante el delirio de la afición.
Fuente: Faro de Vigo
Foto: R.Grobas