El Feel Cortegada cerró ayer la primera vuelta de la competición con otra victoria. Ha sido una primera vuelta para enmarcar, con un espectacular balance de 10 victorias y 0 derrotas. Ni siquiera los problemas extradeportivos han debilitado a una plantilla que se merece el mayor de los aplausos, como así se lo está reconociendo la afición.
La de ayer no fue una victoria fácil. Se esperaba porque el Universidad de Oviedo está siendo el equipo revelación, pero sobre todo por los problemas del equipo local, con un banquillo plagado de canteranas.
Al menos pudo jugar Montse Gilabert, aunque Pepe Vázquez fue controlando sus esfuerzos, como todas fueron controlando las faltas, pues una carga excesiva podría representar un gran lastre en la segunda parte.
Tras un primer cuarto equilibrado, en la segunda mitad del segundo el Feel Cortegada abrió una pequeña brecha (29-20 al descanso). El conjunto ovetense es muy dinámico e intenso en su juego. No le interesan los ataques estáticos porque no tiene envergadura, pero es que al Cortegada también le gusta mucho correr. Ayer podría interesarle más un partido más pausado y controlado por su escasez de efectivos, pero el partido se fue a un ritmo alto, casi loco en ocasiones y al Cortegada le fue bien.
El dominio del rebote fue clave en la segunda mitad, con Ylenia ayudando muchísima en este apartado, y en otros. Andrea imponía su mayor envergadura, pero las ovetenses no se rendían (demostraron un enorme pundonor) y el partido llegó vivo al último cuarto (47-35).
En la salida del último cuarto se rompió el encuentro. Un parcial de 10-2 llevó el marcador a un 57-37 que parecía definitivo. Pero el partido se le hizo muy largo al Cortegada, que acabó sufriendo cuando no se esperaba. Oviedo reaccionó y con un 1-15 de parcial situó el marcador en 58-52. Y tuvieron un triple para ponerse 59-55, pero no acertaron y el Cortegada, aunque lo pasó mal al final pudo amarrar una nueva victoria.
Fuente: Diario de Arousa