El Universitario Ferrol rompió el partido a base de triples y Laura Aliaga se lesiona
U. Ferrol 88
Cristina Pedrals (7), Marta Tudanca (16), Mireia Vila (18), Lucía Méndez (4), Ashley Arlen (26) -quinteto inicial- Cristina Pereira (-), Saray Calvo (3), Itziar Llobet (13) y Ana Alejo (-).
P. Cortegada 41
Montse Gilabert (9), Alejandra Carballa (-), Salomé García (14), Laura Aliaga (5) y Andrea Ríos (3) -quinteto inicial-, Lara Pazos (8), Marta Carregal (-), Míriam García (-), Carla Cores (-) y Alejandra Nogueira (2).
Parciales: 18-7; 50-21 (32-14); 68-27 (18-6); 88-41 (20-14).
Árbitros: Pérez y López. Señalaron 20 faltas personales a las locales y 17 a las visitantes. Excluidas por faltas personales Arlen en las locales y Andrea Ríos en las visitantes
Incidencias: Encuentro de la Copa Galicia sénior disputado en el pabellón de A Casqueira, en el municipio de Pontedeume.
El Portomar Cortegada de Vilagarcía sufrió ayer una severa derrota ante un Universitario Ferrol que lo superó ampliamente en todos los aspectos del juego, especialmente en la segunda parte. Sin embargo, el inicio del encuentro no hacía presagiar la debacle. Durante los primeros minutos el Portomar hizo frente a un Ferrol que cuenta con un fondo de armario muy superior a las vilagarcianas. Tres triples consecutivos dejaron un tanto tocadas a las vilagarcianas, que pese a ello, llegaron con opciones al segundo cuarto. Esta fase del encuentro fue muy similar al primer cuarto, con un Portomar tratando de evitar que el Universitario se fuese en el electrónico, pero no lo consiguió, otra vez por el tiro exterior de las ferrolanas, anotados en el último suspiro y que dejaban un inquietante 50-21 que hacía presagiar la debacle.
En la reanudación, todo se precipitó, los cambios obligados por las faltas y la lesión de Laura Aliaga, permitieron al Universitario pasar por encima de su rival y romper el partido, sin que las vilagarcianas encontrasen la manera de frenar la avalancha. El último cuarto, fue más de lo mismo, con el inconveniente de que Andrea Ríos resultó excluida al cometer su quinta falta personal, por lo que Rubén Domínguez tuvo que recurrir a Salomé García Segura para actuar como pívot. Sin juego interior, las ferrolanas acabaron matando el encuentro.
Fuente: Faro de Vigo