La aplastante victoria del pasado viernes sobre el Ensino ha agrandado el balance del conjunto vilagarciano
La guinda a un hermoso y suculento pastel, todavía a medio cocer en el horno. La aplastante victoria el pasado viernes del Portomar Cortegada sobre el hasta entonces líder invicto, un Ensino relegado hoy al segundo puesto de la clasificación, ha agrandado el balance del conjunto vilagarciano al término de la primera vuelta de la Liga Femenina 2. Alcanzado el ecuador de la fase regular del campeonato, el plantel dirigido por Rubén Domínguez ocupa el cuarto y último pasaporte provisional para la próxima fase de ascenso a la máxima categoría del baloncesto femenino español. Y lo hace además dependiendo de sí mismo para poder concluir como mínimo en el tercer puesto, a tiro de una victoria del vecino C.B. Arxil, al tiempo que observa con relativa tranquilidad a sus inmediatos perseguidores, León y Celta, con dos partidos ganados menos en su haber.
Y todo, a pesar de ver cómo desde muy pronto la apuesta obligada por la cantera sufría al caerse de la reducida lista de rotaciones de Rubén Domínguez Alejandra Nogueira y Alejandra Carballa, por graves lesiones de rodilla. La primera, llamada a ser la jugadora de refresco de la veterana Montse Gilabert en la dirección de juego. La segunda, con el papel de primera alternativa desde el banquillo a la hora de dar descanso a la línea exterior.
Con un quinteto de auténtico lujo para la LF2, con Montse Gilabert, Sara Gómez, Laura Aliaga y las torres gemelas formadas por Mame Coumba Sy y Tabara Samba, el Portomar tan solo ha cedido tres derrotas. Y únicamente ante el vigente líder, el GDKO Bizkaia, con claridad: 64-43. El C.B. Arxil, 65-69, y el ADB Araski, 69-60, no lo tuvieron nada fácil para llevarse el gato al agua.
El vicepresidente del Cortegada, José Gorgoso, mostraba ayer la enorme satisfacción del club con el rendimiento de su primer equipo, «sobre todo pese ás lesións das dúas Alejandras».
Sobre la posibilidad real de volver a ver al Cortegada en una fase de ascenso, Gorgoso manifiesta que «sempre está aí, pero inda é moi cedo», al tiempo que advirtió que habrá que ver si el club puede permitirse el gasto.