El Portomar Cortegada regresó de Lugo con una derrota pero con sensaciones muy diferentes a la de otros partidos a domicilio. Y es que el equipo de Rubén Domínguez compitió cara a cara con el Ensino de Lugo y de no haber sido por un mal segundo cuarto el final del partido hubiera sido bien distinto. Y es que el Cortegada compitió todo el partido salvo ese segundo cuarto que fue una pesada carga hasta el final. A dos minutos para la conclusión perdían de 10 puntos, prácticamente la diferencia que se generó en el segundo cuarto.
El inicio del equipo vilagarciano fue bueno, pero las faltas (se quejan de la diferencia de criterio en la señalización de las mismas) fueron un lastre. Mame Coumba Sy ya tenía tres a los cinco minutos, lo que condicionó bastante su juego, pero es que fue un problema de todo el equipo. Eso le llevó a cometer errores en ataque que aprovechó el Ensino para correr y anotar con facilidad, abriendo una brecha en ese segundo cuarto que ya resultó imposible de cerrar.
Pero a diferencia de otros partidos, el Cortegada peleó, se esforzó y fue a más aunque la victoria ya era muy difícil. Y de la mano de una extraordinaria Montse Gilabert llegaron a asustar a las lucenses.
Fuente: Diario de Arousa