Las pívots senegalesas del Portomar forman el dúo más reboteador del top ten de la Liga, con casi 19 capturas de promedio por partido entre ambas.
Las dos nacieron y se educaron en Dakar, la capital de Senegal, y como hijas de la misma generación del 95 se conocieron durante sus primeros pasos en el mundo del deporte de la canasta defendiendo los colores de clubes diferentes. Una relación cordial que, cosas de la vida, se ha venido a estrechar a miles de kilómetros dirección norte, con el desembarco de Ndeye Tabara Samba (192 centímetros) el pasado verano en las filas del Portomar Cortegada. En ellas empezaba a cubrir su segunda campaña Mame Coumba Sy (197 centímetros), que ayer celebraba su vigésimo cumpleaños compartiendo con Ndeye dos de esas cosas que unen mucho. Casa, con la alicantina Laura Aliaga ocupando una tercera cama en un trío cómplice dentro y fuera de la cancha. Y éxito profesional.
Mame y Tabara son, hoy por hoy, la pareja que reina sobre la pintura bajo los aros de las pistas de baile de la Liga Femenina 2. Las 9,54 capturas por encuentro de Sy -tercer mejor promedio del campeonato-, y las 9,15 de Samba -el quinto- proporcionan al Portomar Cortegada el dúo de interiores más reboteador de la competición entre el top ten de dicho capítulo de juego. Sus 18,69 rechaces por encuentro superan a los 15,98 de la suma de Margaret Roundtree -sexto registro individual, 8,25- y Cecilia Liñeira -noveno, 7,73-, del GDKO Bizkaia, y los 15,77 de las jugadoras del Ensino Mireia Navarrete -séptimo promedio de la Liga, 8- y Kendra Suttles -octavo, 7,77-.
Con 14 años Tabara Samba y su familia aceptaron la propuesta de un agente para intentar hacer las europas. Tras seis meses en la cantera del Conquero de Huelva, al final del verano fue pescada por el Perfumerías Avenida en su segundo año cadete, disputando dos campeonatos de España; el segundo, ya juvenil, como máxima reboteadora del torneo, y entrenándose con la plantilla de Liga Femenina. De ahí Tabara fichó por el C.B. Al-Qázeres, todavía júnior, disputando en sus dos campañas en Cáceres sendas fases de ascenso, con final feliz el pasado verano. «Me ofrecieron seguir en el equipo, pero con 19 años preferí quedarme en la LF2 para continuar progresando», sobre todo «después de no hacer una buena temporada regular», comentaba ayer Samba. «Y no me arrepiento» de haber declinado el salto a la Liga Femenina, encantada con lo que está aprendiendo con Rubén Domínguez y Diana. Sobre todo, subraya, en el juego sin balón y la compenetración entre pívots.
Lo tienen claro: Habrá fase
Sy llegó a España con 15 años, pasándose sus tres primeras campañas en la cantera del Gerona, donde promedió dobles figuras en su última participación en el Campeonato de España Juvenil. El Portomar le dio su primera oportunidad en la LF2 en el verano del 2013. Y la está aprovechando, mejorando sus números de un año a otro.
Las senegalesas, que se definen a sí mismas como «jugadoras de poste bajo», destacan como clave de sus números que «nos compenetramos muy bien», y «si pasa que un día una duerma en el partido, la otra está bien».
¿Las veremos jugar la próxima fase de ascenso con el Portomar? No lo dudan : «Sí, sí».