El juego interior del Portomar Cortegada resultó clave para doblegar a un Universidad de Valladolid que comenzó muy fuerte el encuentro pero que acabó diluyéndose ante la superioridad y las rotaciones que posee el Portomar Cortegada. De hecho, a las locales no les fue necesario anotar ninguno de los 16 triples que intentaron para sumar la victoria.
Las vilagarcianas comenzaron el encuentro muy frías frente a un Universidad de Valladolid que se mostraba muy acertado en la anotación. Ese acierto permitía a las vallisoletanas equilibrar el encuentro. Esa dinámica se mantuvo durante casi toda la primera mitad, sin que el Cortegada consiguiese escapar en el marcador.
Al regreso de los vestuarios, las vilagarcianas encontraron un juego mucho más fluido, con un Universidad de Valladolid que comenzaba a acusar el esfuerzo. Con una gran dirección de Montse Gilabert y Sara Gómez, las vilagarcianas comenzaron a buscar el juego interior, donde se encontraron con una acertada Tabara Samba, que superó constantemente a sus marcadoras. Poco a poco, las vilagarcianas se fueron escapando en el electrónico, y en el último cuarto, Rubén Domínguez apostó por dar minutos a las más jóvenes para que puedan adquirir experiencia en la Liga Femenina 2.
Faro de Vigo