La jornada de Copa de Galicia, adelantada al viernes, ofreció la oportunidad de ver al Carmelitas de Ourense, pasado campeón gallego en categoría infantil que hizo un buen papel en el campeonato de España.
Nuestro equipo llegó convencido de sus posibilidades y poner en juego sus fortalezas. El comienzo fue fulgurante con un ritmo elevadísimo, y nuestro equipo puso en práctica una defensa presionante y un contraataque que provocó imprecisiones y pérdidas de balón por ambos lados. Transcurridos 4.30 minutos, un cambio completo de las cinco de Cortegada, hizo que el juego mantuviera la alta intensidad, logrando un parcial de 8-0 por el cansancio visitante que provocó un tiempo muerto para las de Ourense con el fin de parar la avalancha que se les venía encima. En el final del primer cuarto ya habían saltado a la pista las once jugadoras del Portomar. A partir de ahí, el partido se desarrolló desde la superioridad del juego del Portomar basado en una gran defensa que hacía añicos las fortalezas del Carmelitas y destapaba sus debilidades. El equipo de Ourense se veía una y otra vez aturdido por la velocidad y el ritmo local, y sólo la fortuna en el tiro exterior de Carmelitas mantuvo el resultado igualado consiguiendo 5 triples en la primera parte. El acierto de Carmelitas desde la línea de tres puntos mantuvo equilibrado el resultado yéndonos al intermedio con un triple sobre la bocina y un 30-34 para las visitantes. Sin embargo, Portomar era consciente que ese nivel de acierto no sería perenne, y demostrando concentración y mucha confianza, se reanudó el partido con otro arreón de las locales en el tercer cuarto que hizo que el luminoso marcara una diferencia de 8 puntos, y sobre todo aparecieron momentos en los que todas las jugadoras de Cortegada aparecían, para brillar tanto en defensa como en ataque. Un partido más, todas las jugadoras del Cortegada lograron anotar alguna canasta, dato este que muestra la capacidad y juego en conjunto que nos regala cada día nuestro equipo.
Carmelitas, que por algo es un equipo campeón, sacó su orgullo en el momento más delicado para ellas, en el que parecía que Portomar se marcharía. Y así, alimentando de balones a Paula, su jugadora más determinante en el interior, consiguieron remontar y ponerse por delante 5 puntos a falta de 3 minutos. Ahí apareció la anteriormente citada madurez y confianza del Portomar que, jugando abajo en el marcador logró ponerse por delante gracias a la verticalidad de los ataques, el acierto desde el tiro libre y el esfuerzo colectivo en defensa. Al final, 56-54 en un final de infarto que hizo vibrar al pabellón del instituto Miguel Angel González que presentó una gran entrada con muchos aficionados y jugadoras del club.
Vibrante partido de las nuestras que, ante un gran rival, demuestran cada día que la mejora y evolución viene del esfuerzo semanal en los entrenos y del trabajo en equipo.
Enhorabuena flacas!